Felipe Sánchez Y. III °A
Bryan
Bachmann III °B
II Comentario de texto:
“La Casa de Bernarda Alba”
Generación de 1927:
Escrita en 1936 por Federico García
Lorca perteneciente a la generación de 1927 de España. Nacidos alrededor del
cambio de siglo, este grupo poético, también llamado "generación"
forman un grupo con importantes conexiones entre sí. Sin embargo, este es un
grupo de poetas, es decir, cada uno de sus miembros mantiene una identidad
creativa propia y ninguno de ellos se convierte en el líder o dirigente de la
obra de este grupo. Todos ellos se consagraron como poetas exitosos antes de
1936, año en que estalla la guerra civil y se rompe el momento más interesante
de la poética española. Esta guerra aniquilará la vida cultural española.
Algunos, como García Lorca, son fusilados, otros encarcelados, como Miguel
Hernández y para la mayoría les aguardaba el exilio. Tal es su importancia que,
ya entrada la posguerra, fueron gente del grupo como Aleixandre, quienes
contribuyeron a resucitar la poética española. Un rasgo sin duda excepcional de
la generación del 27 es que no rompieron con las corrientes y estilos
anteriores, sino que los respetaron y admiraron.
El grupo del
27 es gracias a su intención sintetizadora el momento poético más rico y
admirable de la poesía española. Las características más relevantes de esta
generación son que intentan la renovación estética de nuestra poesía, para
ello, toman las innovaciones que aportan las vanguardias, aunque sin olvidar la
importancia de la tradición literaria española. En sus poemas, cuidan y
renuevan la forma a través de la utilización de léxico culto, palabras coloquiales,
términos alejados hasta entonces de la poesía, etc. La metáfora se convierte en
el recurso literario más importante. Se trata de una figura muy adecuada para
expresar los contenidos surrealistas. En cuanto a la métrica, utilizaron
estrofas clásicas como el soneto, el romance o el villancico, pero también
innovaron con la utilización de versos blancos, versos libres y versículos. En
cualquier caso, la libertad métrica es uno de los rasgos característicos de
este grupo. Evolucionan desde el punto de vista temático. Al principio la
preocupación principal era la forma del poema, el arte por el arte, pero poco a
poco (bajo la influencia del Surrealismo) los autores del 27 desarrollan una
poesía humanizada, más preocupada por el dolor, la alegría o los
recuerdos. La Guerra Civil acentúa esta
visión humanizada de la poesía, hasta el punto de que muchos autores se
decantan por los temas comprometidos. Observamos que un autor como Alberti, por
ejemplo, pasará de la poesía aséptica y pura de Marinero en tierra (1924) al
compromiso más profundo en El poeta en la calle (1936). La Generación del 27
coincide con nuestra vanguardia. Desde 1918 (Ultraísmo, Creacionismo) hasta
1930 (culminación de nuestro Surrealismo), adaptan o crean los “ismos” en
España. La presencia de la tradición fue uno de los elementos de la poesía del
27 (los cancioneros de los siglos XV y XVI, el Siglo de Oro).
Federico García
Lorca, nació el 5 de junio de 1898 en Fuente
Vaqueros, Granada, en el seno de una familia acomodada. Hijo de Federico
García Rodríguez, propietario agrícola, casado en segundas nupcias con Vicenta
Lorca, una maestra en excedencia. Es bautizado con el nombre de Federico del Sagrado Corazón de Jesús García
Lorca. De pequeño sufrió una enfermedad y problemas físicos que le
impedían correr o jugar con los amigos. En 1909 su familia se traslada a
Granada e ingresa en el Colegio del Sagrado Corazón. Cursó estudios de bachillerato, Filosofía y Letras, Derecho
y Música en su ciudad natal y,
entre 1919 y 1928, vivió en la Residencia
de Estudiantes, de Madrid donde conoció al pintor Salvador
Dalí, al cineasta Luis
Buñuel y al poeta Rafael
Alberti, entre otros. En 1918 publica su primer libro, "Impresiones y paisajes" y en
1920, se estrena su primer drama, "El
maleficio de la mariposa", en el Teatro Eslava de Madrid. Sus primeros poemas aparecen en Libro de poemas, de 1921.
En el año 1922 organizó con el compositor Manuel
de Falla, el primer festival de cante jondo, y ese mismo año escribió precisamente
el Poema del cante jondo, aunque
no lo publicaría hasta 1931. El Primer
romancero gitano, de 1928, es un ejemplo de poesía compuesta a partir de
materiales populares. Poeta en Nueva
York, lo escribió entre 1929 y 1930, pero que no se publicó hasta 1940,
editó Bergamín por vez
primera, en México. Tierra y Luna
lo acabó en 1934, aunque se publicó póstumamente. Posteriormente aparece su
Llanto por Ignacio Sánchez
Mejías, de 1935, elegía compuesta al morir del torero. Seis poemas galegos, aparece el mismo año. Entre sus farsas,
escritas de 1921 a 1928, destacan Tragicomedia
de don Cristóbal y Retablillo de
don Cristóbal, piezas de guiñol, y La zapatera prodigiosa, obra de ambiente andaluz. También, Amor de don Perlimplín con Belisa en su
jardín.
De 1930 y 1931 son
los dramas El público y Así que pasen cinco años, obras
complejas con influencia del psicoanálisis. Dos tragedias rurales son Bodas de sangre, de 1933, y Yerma, de 1934. En Doña Rosita la soltera, de 1935,
aborda el problema de la solterona, que también aparece en La casa de Bernarda Alba, concluida en
junio de 1936, y que la crítica suele considerar la obra fundamental de Lorca.
(http://www.buscabiografias.com/bios/biografia/verDetalle/2016/Federico%20Garcia%20Lorca)
Obra
La casa de Bernarda Alba:
La casa de Bernarda Alba, concluida en junio de 1936
Tras la muerte de su segundo esposo, Bernarda Alba se recluye e impone un
luto riguroso y asfixiante por ocho años, prohibiendo a sus cinco hijas a que
salgan a la calle. Cuando Angustias, la primogénita y la única hija del primer
marido, hereda una fortuna, atrae a un pretendiente, Pepe el Romano. El joven
se compromete con Angustias, pero simultáneamente enamora a Adela, la hermana
menor, quien está dispuesta a ser su amante. Cuando Bernarda se entera de la
relación entre Adela y Pepe, estalla una fuerte discusión y Bernarda le dispara
a Pepe, pero éste se escapa. Tras escuchar el disparo, Adela cree que su amante
se haya muerto y se ahorca. Al final de la obra, Bernarda dice que Adela se
murió virgen para guardar apariencias, y exige silencio, como en el comienzo de
la obra.
Acto 3:
El tema del acto 3 corresponde al final de la obra, ya que se ha desatado el caos, Bernarda ya sabe lo de Adela y Pepe, pero esta no acepta esta relación, por lo que esta intenta de matar a Pepe, el cual escapa antes de que ella le disparar con su escopeta, sin embargo Adela, al sentir los disparos, cree que Pepe a muerto, por lo que se dirige a su habitación y se suicida, cuando Bernarda y sus otras hijas ven el cadáver de Adela, está alterada mente expresa que ella ha muerto virgen y que debe de ser ha si, por lo que ella quería ocultar la verdad para todos en el pueblo, con el fin de aparentar de que su propia hija a muerto virgen, ocultando la verdad que ella estuvo en realidad con Pepe el Romano.
El tema del acto 3 corresponde al final de la obra, ya que se ha desatado el caos, Bernarda ya sabe lo de Adela y Pepe, pero esta no acepta esta relación, por lo que esta intenta de matar a Pepe, el cual escapa antes de que ella le disparar con su escopeta, sin embargo Adela, al sentir los disparos, cree que Pepe a muerto, por lo que se dirige a su habitación y se suicida, cuando Bernarda y sus otras hijas ven el cadáver de Adela, está alterada mente expresa que ella ha muerto virgen y que debe de ser ha si, por lo que ella quería ocultar la verdad para todos en el pueblo, con el fin de aparentar de que su propia hija a muerto virgen, ocultando la verdad que ella estuvo en realidad con Pepe el Romano.
Escena:
En este
dialogo, comienza con el
comentario de Prudencia, quien fue invitada por Bernarda a tomar el té, luego
de haber estado con ella, Prudencia se dispone a retirarse, por lo que Bernarda
la detiene pidiéndole y rogándole que casi nunca se ven, por lo que esta se
queda y Bernarda aprovecha de preguntarle sobre su marido, por lo que esta se
ve muy afligida, ya que su hija a sido muy irresponsable e irreverente, por lo
que su esposo a sido muy cruel con esta, por lo que Bernarda encuentra que hiso
bien, sin embargo mientras estas conversan, se escuchan los golpes que el
caballo de Bernarda hace contra el muro.
Bernarda al sentir estos golpes tan
desagradables, ordena que este lo saquen al corral, para que este no siga
molestando, por lo que este caballo, su ímpetu salvaje, denotan simbólicamente,
el espíritu salvaje, el espíritu sensual de los hombres, por lo que Bernarda
expresa su disgusto frente a este, sin embargo, Adela quien estaba sentada, se
levanta a ir a tomar agua, por lo cual Bernarda la obliga a sentarse, por lo que se demuestra que el
agua es una figura simbólica sobre el agua que apaga el deseo sexual de las
hijas, por lo que Bernarda pide un jarro con agua para Adela, controlando y apaciguando simbólicamente el deseo sexual,
el fervor que Adela presenta. Luego, Prudencia se dispone a preguntarla a
Angustias, sobre el compromiso que tiene con Pepe E Romano, quien le ha regado
un hermoso anillo, que claramente este pequeño anillo se ve, simbólicamente
exagerando, por los elementos sobre el matrimonio.
Estructura:
Este fragmento, presenta un dialogo
entre Prudencia y Bernarda, además de las hijas de Bernarda quienes están
sentadas escuchando la conversación que tiene su madre con Prudencia, quien
expresa todas sus inquietudes que tiene sobre su propia hija y la relación que
esta tiene con su padre.
Apartado:
I Apartado (1 – 13): Las preocupaciones de una
madre, una hija irreverente
---Trata sobre las preocupaciones que tiene Prudencia, sobre su hija
irreverente, sobre la relación que su hija tiene con un padre con poder
autoritario, prácticamente idéntico que el poder que tiene Bernarda sobre sus
hijas, más que nada con Adela.
II Apartado (14 – 26): El caballo garañón, alude a
la esencia del fervor masculino.
---Trata sobre el constante ruido que provoca el caballo de Bernarda,
que a cada instante interrumpe la conversación de Bernarda con Prudencia, por
lo que Bernarda ordena que este sea llevado al corral con el fin de apaciguar a
este garañón.
III Apartado (27 - 53): El agua, signo de frustración erótica de la mujer
---Trata
sobre Adela, quien está empeñada con
tomar un poco de agua, agua que apagara el calor y el deseo erótico que tiene
Adela, por lo que Bernarda la obliga a sentarse y esta pide que le traigan un
jarro con agua, jarro que apagara todo deseo sexual que tenga, todo ese fervor
erótico, por lo que esta apaga ese fervor, sin embargo comienza su envidia al
ver que preguntan sobre el anillo que Pepe le ha otorgado a su hermana
Angustias.
Comentario:
En este dialogo, se presenta ciertas
figuras en la cual la mujer, el caballo y el agua, representan ciertas
particularidades, la frustración erótica de la mujer, ya que se presenta la
frustración de Prudencia, cuya frustración es provocada por su hija, hija que
ha sido irresponsable al igual que Adela, hija que ha cumplido sus deseos
eróticos, por lo que ha llevado a su madre a sentirse avergonzada de ella;
además, el caballo garañón de Bernarda, quien representa el fervor masculino,
ya que en la conversación, este remese los muros con sus saltos y galopes, por
lo que Bernarda pide que apacigüen a este, llevándolo al corral y a la vez que
encierran a las potras en la cuadra, con el fin de que este no se aproveche de
ellas, con su fervor masculino, su deseo sensual masculino. Por último, se
presencia la figura del agua, agua que solicita Adela para poder apagar su
deseo sexual, por lo que Bernarda pide un jarro lleno de agua, con el fin de
que esta pueda apagar todo su deseo sexual y fervor erótico. Estos tres
elementos se relacionan entorno a la frustración erótica de las mujeres.
-----Comienza el primer
verso, con el comentario de Prudencia, quien expresa su despedida, por lo que
Bernarda le niega su despidida, insistiéndole que se quede, ya que casi nunca
se ven:
1
Prudencia: Ya me voy. Os he hecho una visita
larga. (Se levanta.)
2
Bernarda: Espérate, mujer. No nos vemos
nunca.
3
Prudencia: ¿Han dado el último toque para el
rosario?
4 La
Poncia: Todavía no.
(Prudencia
se sienta.)
Por lo que
esta se queda, y Bernarda aprovechando de que esta se quede, le consulta sobre
su marido, por lo que Prudencia le explica que su marido ha estado en un muy
mal momento con sus hermanos, por lo que explica a través de esta exageración:
5
Bernarda: ¿Y tú marido cómo sigue?
6
Prudencia: Igual.
7
Bernarda: Tampoco lo vemos.
8
Prudencia: Ya sabes sus costumbres. Desde
que se peleó con sus hermanos por la herencia no ha salido por la puerta de la
calle. Pone una escalera y salta las tapias del corral.
Exagerando, que su marido al recibir tal herencia, aclamada por los demás hermanos,
él creería que sus hermanos podrían hacerle daño, con el fin de tener la tan
aclamada herencia por la cual él se peleo con sus hermanos, es por ello que
ella expresa de que el ya no sale por la puerta principal, por miedo a sus
hermanos.
-----Luego, Bernarda le pregunta
sobre su hija, la cual Prudencia expresa de que ella se ha tornado muy
irreverente, y que su padre aun no la a perdonado, por lo que Bernarda le
expresa lo bien que hace él al no perdonarla, ya que expresa la siguiente
ironía:
9
Bernarda: Es un verdadero hombre. ¿Y con tu
hija...?
10
Prudencia: No la ha perdonado.
11
Bernarda: Hace bien.
12
Prudencia: No sé qué te diga. Yo sufro por
esto.
13
Bernarda: Una hija que desobedece deja de
ser hija para convertirse en una enemiga.
Expresando que
cuando una hija, es irreverente con un padre, es como recibir un puñal por la
espalda, por lo que ya no es hija, sino que es una enemiga, ya que es tan
grande el daño que se hace, que es difícil de perdonar, aun siendo su propia
hija, ella a mordido la mano que le da de comer. Sin embargo Prudencia expresa,
de que ella solo se preocupa de sus salud más que del conflicto que tienen su
hija con su marido, por lo que ella se expresa con la siguiente metáfora de
ello:
14
Prudencia: Yo dejo que el agua corra. No me
queda más consuelo que refugiarme en la iglesia, pero como me estoy quedando
sin vista tendré que dejar de venir para que no jueguen con una los chiquillos.
(Se oye un gran golpe, como dado en los muros.) ¿Qué es eso?
Denotando su despreocupación, y
expresando de que ella no detendría los conflictos que su hija y su esposo
tienen, ya que más que nada ella está preocupada y afligida por su problema de
la vista.
-----Luego, mientras
conversan, se escuchan los ruidos y los
remesones que el caballo garañón está produciendo por estar encerrado, por lo
que Bernarda expresa con enojo, que liberen a este, ya que podría tener calor;
por lo que de pronto Prudencia pregunta si le traería las potras nuevas,
entonces Bernarda le expresa que las traería en la mañana, por lo que comienzan
a hablar sobre la vasta manada que presenta Bernarda, por lo que la Poncia
expresa según esto, una exageración:
20 La
Poncia: (Interviniendo.) ¡Pero tiene la mejor manada de estos contornos! Es una lástima que esté
bajo de precio.
Denotando que Bernarda presenta
la mejor manada de caballos que hay en todo el pueblo.
-----Luego, Bernarda le ofrece a
Prudencia un poco de comida, pero ella expresa que está un poco desganada, sin
embargo se oye nuevamente otro golpe, por lo que Prudencia expresa una
hipérbole:
24
Prudencia: ¡Me ha retemblado dentro del
pecho!
Exagerando, que
tan fuerte fue el golpe que se sintió, que hasta en su pecho pudo sentir ese
remesón, por lo que Bernarda, disgustada y enojada, expresa otro hipérbole
según su enojo:
25 Bernarda: (Levantándose
furiosa) ¿Hay que decir las cosas dos
veces? ¡Echadlo que se revuelque en los montones de paja! (Pausa, y como hablando con los gañanes.) Pues encerrad las potras en la cuadra, pero dejadlo libre, no sea que nos
eche abajo las paredes. (Se dirige a la mesa y se sienta
otra vez.) ¡Ay, qué vida!
Exagerando de que si no liberan a
este caballo, este podría derrumbar los muros de la casa, por lo que Prudencia
establece con una metáfora:
26
Prudencia: Bregando como un hombre.
Por lo que expresaba que el poder
autoritario de Bernarda, se asimilaba al poder autoritario de un hombre.
-----Luego,
Bernarda, aceptando tal similitud con la de un hombre, se dirige a Adela,
quien se acaba de levantar, preguntando para donde va ella, por lo que esta le
expresa que tiene sed y quiere ir a buscar un poco de agua, agua que representa
la frustración erótica, por lo que se ve una alegoría:
28
Adela: A beber agua.
Con el
sentido de que al tomar agua, ella apagara toda su sed erotica, apagara y
apaciguara el calor erotico que tanto anela, por lo que Bermarda esclama,
pidiendo que traigan una jarra llena de agua para Adela, en sentido figurado,
se presenta una alegoria:
29
Bernarda: (En alta voz.) Trae un jarro de agua fresca. (A Adela.) Puedes sentarte. (Adela
se sienta.)
Expresando que con toda esa jarra llena de
agua, podria apagar toda sed erotica que Adela tuviera a cada instante que ella
tuviera sed.
-----Luego, siguiendo con la
conversacion, Prudencia le pregunta a Bernarda, cuando se casa Angustias, por
lo que Bernarda le responde con una elipsis:
31
Bernarda: Vienen a pedirla dentro de tres
días.
Omitiendo siertas cosas, para poder
entregar una respuesta rapida ante la pregunta de Prudencia, por lo que esta le
pregunta si Angustias esta contenta por contraer matrimonio, por lo que ella
responde con un gran animo de alegria, sin embargo, Magdalena y Amelia hacen
una pequeña interrupcion, expresando a travez de esta discusion una ironia,
hiperbaton y un epiteto:
34 Amelia: (A Magdalena.) ¡Ya has derramado la sal!
35
Magdalena: Peor suerte que tienes no vas a
tener.
36
Amelia: Siempre trae mala sombra.
Expresándose entre ellas la
omisión de algunas palabras con el fin de responder e insultar a la otra,
además de invertir las palabras, con el fin de dar a conocer que con la mala suerte
provocada por la derramada de sal, no se compara con la mala suerte que tiene
Amelia, por lo que da a entender irónicamente; que no hay mala suerte que
supere a la de Amelia.
-----Luego, Bernarda
detiene esta discusion, por lo que Prudencia aprobecha de preguntarle a
Angustias, si Pepe le a regalado ya un anillo, por lo que Angustias muestra el
anillo a esta, y esta expresa lo impresionada que esta de este anillo,
expresando lo maravilloso y precioso que es, por lo que se denota una
personificacion de esta:
40
Prudencia: Es precioso. Tres perlas. En mi
tiempo las perlas significaban lágrimas…
Personificando, que estas perlas,
alguna vez en su época, significaban lágrimas, por lo que Angustias le expresa
que los tiempos cambian y que tal significado como que las perlas sean lágrimas,
ya no existe, sin embargo, Adela exclama de que para ella eso no es así, ya que
las cosas tiene el mismo significado, por lo que expresa con un elipsis, su
punto de vista de cómo deben ser los anillos de matrimonio:
42
Adela: Yo creo que no. Las cosas
significan siempre lo mismo. Los anillos de pedida deben ser de diamantes.
Omitiendo algunas cosas, con el fin de
entregar su punto de vista rápidamente, para ser oído y dejar constancia de que
significa realmente un anillo, por lo que Prudencia encuentra toda la razón a
esta con respecto al punto de vista de Adela.
-----Luego, Bernarda expresa que
para ella, sin perlas o sin ellas, las cosas tienen los mismos significas,
practicamente como uno se las proponga,
lo que importa es el matrimonio, por lo que Martirio le expresa que tambien es
como dios dispone las cosas, por lo que volviendo a la conversación, Prudencia
establece con una metáfora lo siguiente:
46 Prudencia: Los muebles me han dicho que son preciosos.
Expresando lo hermoso que son los nuevos
muebles que Bernarda a comprado, por lo que Bernarda le expresa con un hipérbaton
lo siguiente:
47 Bernarda: Dieciséis mil reales he gastado.
Colocando el precio que a gastado en ellos,
ante todo con el fin de dar cuenta el precio altísimo que valían los muebles,
por lo que la Poncia, interviniendo; expresa que el mueble mas hermoso que
tiene Bernarda, dentro de los que compro, es el armario de luna, por lo que
Prudencia se expresa con la siguiente elipsis:
49 Prudencia: Nunca vi un mueble de éstos.
Con el fin de suprimir algunas cosas, con
el fin de expresar su asombro de su primera impresión al ver este mueble nuevo,
por lo que Bernarda le expresa que ella solo tubo un tipo de muebles, muebles
de arca, lo cual Prudencia le expresa de que todos esos gastos y cambios, sean
para bien, lo cual Adela deja en duda con la siguiente elipsis:
52 Adela: Que nunca se sabe.
Expresando, de que tales cambios como esos,
prodrían llevarlos para bien o para mal, dejando en duda de que si fue bueno
cambiar los mueble, por lo que Bernarda establece que no hay motivo para que
este cambio se malo para ellos, finalisando el fragmento con unas lejanísimas
campanadas.
-----Para concluir, este fragmento, se denota la frustración, la
opreción y la falta de libertad erótica
que tienen las mujeres presentes en el fragmento. Son figuras como la del
caballo, imagen sexual masculina, cuyos golpes y saltos, que remesen los muros,
provocan que las mujeres presentes en el fragmento, se sientan nerviosas por
tales remezones, remezones del fervor masculino que este caballo irradia, por
lo cual, cuando Prudencia exclama; “¡Me ha retemblado dentro del pecho!”, corresponde a
que tales remezones masculinos, provocan en esta, que despierte el deseo
erótico, pero esta la oprime, y para que esto no vuelva a suceder, Bernarda
ordena que liberen a este caballo semental, con el fin de que este no cause mas
problemas como este; por lo cual, otra forma de frustración erótica, es la
imagen que se tiene del agua; imagen que corresponde al agua que apacigua el
calor y el deseo sexual que tienen estas, por lo que Adela cuando pide un vaso
con agua, Bernarda le pide un jarro lleno de agua, con el fin de que esta
apagara todo deseo sexual que tuviese en cualquier momento; apagando y
frustrando a cada instante todos sus deseos eróticos. Mientras estas están
conversando, son todos estos factores, que a cada instante interrumpen la
fluida conversación que tiene Prudencia con Bernarda y sus hijas, factores que
despiertan, oprimen y apagan los deseos eróticos y sexuales que tienen estas.
ACTO III:
1 Prudencia:
Ya me voy. Os he hecho una visita larga. (Se levanta.)
2 Bernarda:
Espérate, mujer. No nos vemos nunca.
3 Prudencia:
¿Han dado el último toque para el rosario?
4 La
Poncia: Todavía no.
(Prudencia
se sienta.)
5 Bernarda:
¿Y tu marido cómo sigue?
6 Prudencia:
Igual.
7 Bernarda:
Tampoco lo vemos.
8 Prudencia:
Ya sabes sus costumbres. Desde que se peleó con sus
hermanos por la herencia no ha salido por la puerta de la calle. Pone una
escalera y salta las tapias del corral.
9 Bernarda:
Es un verdadero hombre. ¿Y con tu hija...?
10 Prudencia:
No la ha perdonado.
11 Bernarda:
Hace bien.
12 Prudencia:
No sé qué te diga. Yo sufro por esto.
13 Bernarda:
Una hija que desobedece deja de ser hija para
convertirse en una enemiga.
14 Prudencia:
Yo dejo que el agua corra. No me queda más consuelo
que refugiarme en la iglesia, pero como me estoy quedando sin vista tendré que
dejar de venir para que no jueguen con una los chiquillos. (Se oye un gran golpe, como dado en los muros.) ¿Qué es eso?
15 Bernarda:
El caballo garañón, que está encerrado y da coces
contra el muro. (A voces.) ¡Trabadlo y
que salga al corral! (En voz baja.) Debe tener calor.
16 Prudencia:
¿Vais a echarle las potras nuevas?
17 Bernarda:
Al amanecer.
18 Prudencia:
Has sabido acrecentar tu ganado.
19 Bernarda:
A fuerza de dinero y sinsabores.
20 La
Poncia: (Interviniendo.) ¡Pero tiene la mejor manada de estos contornos! Es una lástima que esté
bajo de precio.
21 Bernarda:
¿Quieres un poco de queso y miel?
22 Prudencia:
Estoy desganada.
(Se oye
otra vez el golpe.)
23 La
Poncia: ¡Por Dios!
24 Prudencia:
¡Me ha retemblado dentro del pecho!
25 Bernarda:
(Levantándose furiosa) ¿Hay que decir las cosas dos veces? ¡Echadlo que se revuelque en los
montones de paja! (Pausa, y como hablando con los gañanes.) Pues encerrad las potras en la cuadra, pero dejadlo
libre, no sea que nos eche abajo las paredes. (Se
dirige a la mesa y se sienta otra vez.) ¡Ay, qué vida!
26 Prudencia:
Bregando como un hombre.
27 Bernarda:
Así es. (Adela se levanta de la mesa.) ¿Dónde vas?
28 Adela:
A beber agua.
29 Bernarda:
(En alta voz.) Trae un jarro de agua fresca. (A Adela.) Puedes sentarte. (Adela
se sienta.)
30 Prudencia:
Y Angustias, ¿cuándo se casa?
31 Bernarda:
Vienen a pedirla dentro de tres días.
32 Prudencia:
¡Estarás contenta!
33 Angustias:
¡Claro!
34 Amelia:
(A Magdalena.) ¡Ya has derramado la sal!
35 Magdalena:
Peor suerte que tienes no vas a tener.
36 Amelia:
Siempre trae mala sombra.
37 Bernarda:
¡Vamos!
38 Prudencia:
(A Angustias.) ¿Te ha regalado ya el anillo?
39 Angustias:
Mírelo usted. (Se
lo alarga.)
40 Prudencia:
Es precioso. Tres perlas. En mi tiempo las perlas
significaban lágrimas…
41 Angustias:
Pero y a las cosas han cambiado.
42 Adela:
Yo creo que no. Las cosas significan siempre lo mismo.
Los anillos de pedida deben ser de diamantes.
43 Prudencia: Es más propio.
44 Bernarda: Con perlas o sin ellas las cosas son como una se las
propone.
45 Martirio: O como Dios dispone.
46 Prudencia: Los muebles me han dicho que son preciosos.
47 Bernarda: Dieciséis mil reales he gastado.
48 La Poncia: (Interviniendo.) Lo mejor es el armario de luna.
49 Prudencia: Nunca vi un mueble de éstos.
50 Bernarda: Nosotras tuvimos arca.
51 Prudencia: Lo preciso es que todo sea para bien.
52 Adela: Que nunca se sabe.
53 Bernarda: No hay motivo para que no lo sea.
(Se oyen lejanísimas unas
campanas.)
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