martes, 12 de noviembre de 2013

Ensayo "El Lector" Definitivo


La vida de un hombre siempre está constituida por todo lo que ha pasado a lo largo de su existencia, hechos que quedan en su memoria, en su corazón, en su forma de ser. El ser humano y su conocimiento, su forma de ser son producto de su exterior, de todo aquello que influye al mismo sujeto y que pueden impactar en su forma de ser, siendo esta moldeada acorde a su entorno.
 El conocimiento del hombre está condicionado a comprender todos aquellos elementos que a lo largo de nuestras vidas son necesarios para comprender este mundo, siendo cada información que recibimos y comprendemos, fundamental para nuestro crecimiento intelectual, social y ético.
Sin embargo, no solamente el conocimiento queda en nuestro ser, sino que también el procedimiento por el cual obtuvimos tal conocimiento, siendo está memorable para nosotros o tal vez una pesadilla que no nos dejara nunca en paz y que nos llevaran a los mayores errores de nuestras vidas.
Las cicatrices que nunca sanan, son aquellas que provienen del exterior, aquellas que atacan nuestro corazón, las cuales son difíciles sanar y que son muy difíciles de superar, siendo la cicatriz del protagonista, la mas dolorosa que se pueda generar en el corazón. No es producto de cualquier cosa, es producto de una mujer, una que marco su infancia hasta su vida actual, una que nunca desapareció de sus pensamientos, una que aun anhela, sin embargo debe aceptar la triste realidad de sus errores.  
 El Lector” es una novela escrita por el profesor de leyes y juez alemán Bernhard Schlink, escritor postmodernista. Su obra fue publicada en Alemania en 1995. La obra del autor fue bien recibida en su país natal, tal y como lo fue en los Estados Unidos, donde recibió numerosos premios, convirtiéndose en la primera novela alemana en llegar a la lista de los mejores vendidos. Fue incluido en la currícula universitaria de los cursos de literatura sobre el Holocausto de Alemania y de Literatura Alemana.
Las cicatrices que nunca sanan, las cicatrices que perduran en Michael Berg, las cuales crean una existencia infeliz en la vida de Berg, todo producto de su pasado, pasado que esta marcado por una mujer, una mujer que le dejó una cicatriz que lo marcó para toda la vida y la cual es la principal causa de toda infelicidad en la vida de Berg.
Las cicatrices que Michael Berg ha tenido durante su vida, han sido producto de una que sufrió en el pasado, afectando sus decisiones, su forma de ser, en otras palabras, aquella cicatriz formó su ser en el mundo. Esta cicatriz fue producto de Hanna, primer amor del adolescente, que al abandonarlo dejó una marca qué nunca pudo superar sin que ella le dijera sus motivos para dejarlo. Años mas tarde, Michael establece que ya no la ama, sin embargo, en las decisiones que toma y en los pensamientos que tiene, comienzan a verse reflejadas las cicatrices que Hanna dejó en él:  “Y también es cierto que había conseguido desterrar el recuerdo de Hanna, pero no borrarlo. Nunca más me dejaría humillar ni humillaría a nadie; nunca más haría sentirse culpable a nadie ni cargaría yo con las culpas; nunca más amaría tanto a una persona como para que me hiciera daño perderlo.” (Schlink, 2009: 84 )
Las consecuencias que dejó aquella cicatriz,  el haberla amado con todo el corazón y perdido de manera repentina, deja un vacío en el corazón de Berg, marcando su vida joven hasta la actual. Nunca se revelaría a nadie, ya la cicatriz había quedado y no podía sanar, su vida quedó marcada y ya no podía hacer nada, ya había entregado todo su amor y no volvería a caer en lo mismo una y otra vez, no volvería a amar tanto como para que le doliera perderlo.
Esta cicatriz quedó marcada en toda su vida, afectando su vida amorosa y su forma de ser, dicho anterior mente, nunca volvería a amar tanto como para que le doliera tanto perderlo; siendo su forma de relacionarse amorosamente con las mujeres, también implicada con una cicatriz que Hanna dejó en sus sentimientos, una que para él es la principal causa de sus quiebres amorosos con las mujeres, la principal por la cual no se abre a nadie, la cual se demuestra en la siguiente cita, como Berg compara a Hanna con sus relaciones: “Nunca conseguí dejar de comparar lo que sentía cuando estaba con Gertrud con lo que sentía junto a Hanna, y una y otra vez, cuando andábamos cogidos del brazo, me asaltaba la sensación de que algo faltaba, concretamente en ella: no tenía el tacto ni las vibraciones adecuadas, ni el olor ni el sabor adecuados (…) Quería librarme de Hanna. Pero esa sensación de que algo fallaba no desaparecía."  (Schlink, 2009: 162 ) 
Michael nunca pudo olvidarse de Hanna, nunca pudo olvidar lo que  sentía por ella, por lo que toda su vida estuvo marcada por errores amorosos, errores que no podía resolver, ya que reconoce que para poder sentirse a gusto al lado de una mujer, necesitaba que tuviera un tacto y unas vibraciones como las de Hanna, al igual que su aroma y sabor, reconociendo que él no olvida a aquella mujer, no podía desaparecer así como así con la imagen de otra mujer, ya la cicatriz había quedado, ya se había expandido en el corazón de Michael.
Ya no podía hacer nada, la única oportunidad que él tenía de poder sanar aquella cicatriz, la única oportunidad que tenía de poder estar al fin con la mujer que más a amado, la que lo salvaría de su infelicidad; se desvaneció, Hanna había muerto. Ya nada sanaría aquella cicatriz, nada traería a Hanna de vuelta, nadie le quitaría de la mente la muerte de ella, nadie le quitaría aquella infeliz vida, la única persona que lo haría ya no existía. De manera que a pesar de que ella había muerto, sigue anhelándola, sigue recordándola, sigue pidiendo a gritos que vuelva, la cual se demuestra en la siguiente cita, como él sueña con ella teniendo una vida juntos, siendo que esta ya esta muerta, la cual la verdad crea el dolor: "La veía salir del coche y coger un par de bolsas de la compra, la veía dirigirse a casa a través del jardín, dejar las bolsas de la compra en el suelo y subir la escalera delante de mí. Mi deseo de estar con Hanna se hacían tan fuerte que sentía dolor." (Schlink, 2009: 197 )
 Reflexionando de manera concisa, Michael comienza a reflexionar que en los momentos que él estuvo y vio a Hanna, ya sea en el reencuentro del juicio, al saber que estaba en una cárcel cercana, se da cuenta que si se hubiera acercado un poco mas a ella; su vida, su cicatriz, sus decisiones, todo ello hubiera cambiado, su cicatriz ya no existiría, ya que estaba con la mujer que mas había amado, no seria infeliz, ya que se daría cuenta que toda su felicidad provenía de Hanna, nunca dudaría de alguna decisión, él ya había decidido vivir con Hanna. Sin embargo no fue así, Hanna había dejado una cicatriz que solo ella podía sanar, pero a quién engañamos, ella ya estaba muerta, nada se podía hacer, la perdida de Hanna creó un profundo dolor en el corazón de Michael.
Dicho a principio, toda la vida de Michael estuvo marcada con una cicatriz, una que no lo dejó vivir en paz, una que creó toda su infelicidad, todos sus errores, una que dejó Hanna, su único amor y la cual la perdida de esta, creo un vacío en el corazón de él, un vacío que nadie podía llenar, que nadie podía curar, que nadie podía cambiar. Una cicatriz que perduro toda su vida, una que nunca sanara y que la única persona que podía sanarla, ya esta muerta, Hanna ya no existe, ya nada podrá sanar su cicatriz que dejo en Berg, una cicatriz amorosa que dejó en la adolescencia de Michael, la cual él se la menta y trata de olvidar, sin embargo  en todas sus decisiones y acciones, se denota la influencia de Hanna en todas sus actitudes, él aun la anhela, la extraña, quiere estar con ella, él solo se engaña a si mismo, aún sigue amando con todo su corazón a Hanna, sin darse cuenta hasta el momento mas fatal en que se da cuenta que no deja de pensar en ella. Una cicatriz que no sano, una que no se cerro, una que sigue influenciando la vida de nuestro protagonista.